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felixcamacho

PERIODISMO PARTICIPATIVO

¿Bush o Kerry? Esta fue la pregunta que movilizó a finales de 2004 a una gran cantidad de internautas estadounidenses y que permitió la expansión de las weblog y del periodismo participativo en EE.UU. Este hecho es resaltado en Periodistas XXI, una de las principales weblogs española y en la que se recoge información sobre esta nueva forma de comunicación cibernética.

Una weblog es básicamente un lugar en la red donde cualquier navegante puede colgar una notica o información. Es un instrumento de participación que se ha convertido en una nueva forma de periodismo, donde la interacción entre el emisor y el receptor es absoluta.

El auge de las weblogs ha tenido también su efecto en los medios más tradicionales y convencionales. En España, por ejemplo, dos de los principales periódicos gratuitos, 20 minutos y Qué!, tienen una sección diaria en la que aparecen las noticias que los internautas han ido dejando en su página web.
>http://app.quediario.com/bases/Controlador

A pesar de todo, también hay que destacar que en nuestro país el número de personas que cuentan con bitácoras o Weblogs son muy reducidos. Según el 7ª encuesta de la Asociación para la investigación en los Medios de Comunicación (AIMEC), más del 80% de los internautas españoles no cuenta con bitácoras (los datos globales aparecen en la página 73 de dicho estudio). Todo ello a pesar de que, según los datos de esta misma encuesta, la segundo actividad que más realizan los navegantes españoles en la red (aproximadamente un 50%) es la de leer noticias de actualidad.
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El otro gran problema que presenta el periodismo participativo es precisamente en de la veracidad de las fuentes y de los hechos. Ya que las informaciones que aparecen no tiene un filtro profesional como el que puede tener un medio de comunicación convencional. Esto hace que el valor de las noticias o comentarios que aparecen tengan un valor más interpretativo o de opinión que informativo.

A pesar de todo, el periodismo participativo es un elemento positivo para el mundo de la comunicación, ya que supone un instrumento más donde los ciudadanos pueden denunciar, expresar o manifestar lo que no les gusta, recuperándose nuevamente el espíritu de cuarto poder con el que nació el periodismo moderno.

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